24 July 2007

EDUCACIÓN, POLÍTICA Y CIRCUNSTANCIAS

Si pudiéramos regresar el tiempo y mirar desde la altura que nos da el tiempo transcurrido, el curso que ha seguido la historia de la educación en nuestro país, llegaríamos a la conclusión lógica y desesperanzante de que la institución educativa en nuestro Perú ha sido siempre, en gran parte, un órgano político al servicio de la ideología dominante. A esto último se debe en gran parte el caos en el sector educativo de nuestro país. Cada gobierno entrante ha instaurado una nueva política de desarrollo educativo olvidándose del anterior sistema. Cada gobernante ha planteado una maravillosa reforma educativa sin importarle el anterior camino andado. A esto último se suma la dificultad del territorio, las grandes distancias, las diferencias étnicas y socioculturales y el importante hecho de que la docencia en nuestro país esta ubicada en casi el último escalón laboral. Comparado con países de regimenes educativos sólidos, en los que la educación es impartida por dos fuentes importantes: el Estado y la familia, de alguna manera, los sectores mas bajos, que son en promedio el 80% de la población total, se han vuelto completamente dependientes del sistema. Es sobre el estado que cae la tan difícil tarea de satisfacer la necesidad educativa en los sectores en los que la familia no puede cumplir el rol educativo. Para nadie es un secreto que la educación en nuestro país cumple una función tan solo paliativa, remedial. Una revolución educativa debe ir de la mano de la depuración del sistema educativo, esto no quiere decir la eliminación de personal no capacitado, si no por el contrario, es necesario, en lugar de generar mas profesionales docentes sin suficiente preparación, es necesario una reagrupación, una reorganización del sector con la finalidad de una intensa capacitación. La idea de que cualquier profesional podría ocupar el lugar de un docente en una escuela, es de por sí una utopía, aquellos que de alguna manera hemos tenido algún acercamiento con niños sabemos lo arduo y difícil que puede resultar el intentar mantener el control sobre 15 o 20 niños. Esto sin tomar en cuenta que es necesaria una formación pedagógica y psicológica para poder luego tratar con niños. Esto último para opinar sobre aquella idea que dice que cualquiera podría ponerse al frente de un aula en caso hagan falta profesionales docentes. Lo último que necesitamos son profesionales desempleados cumpliendo de mala gana y a regañadientes la función tan importante de un educador.
La tarea de educar un país y de cambiar por este medio su futuro, no es una tarea que se puede hacer de la noche a la mañana. Pasaran todavía algunas generaciones antes que puedan verse los resultados de los cambios que se tomen en este momento. Tendremos mas huelgas y mas gente protestando en la calle por que el cambio genera siempre terror en las masas (los cambios siempre valen la pena si son los correctos). Lo importante es QUÉ estamos haciendo ahora. Lo importante es que cada vez más gente se aventura a dar una opinión, a poner un granito de arena, a ayudar en esta ardua tarea. Lo importante es empezar ahora.



Felipe Gamboa.

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